La mayoría de los economistas encuestados por Citibanamex espera que el Banco de México reduzca esta semana la tasa de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, dejándola en 10.0%. Solo un 9% de ellos anticipa una reducción de medio punto porcentual. Aunque la inflación de noviembre resultó mejor de lo que se esperaba, los funcionarios del Banco de México están preocupados por lo que está por venir, especialmente debido al cambio de gobierno en Estados Unidos.
La inflación general disminuyó de 4.8% anual en octubre a 4.6% en noviembre, mientras que la inflación subyacente bajó de 3.8% a 3.6%. Estas cifras indican que se están corrigiendo poco a poco los choques coyunturales que afectaron los precios de frutas y verduras, a la vez que reflejan la efectividad de la política monetaria, que ha logrado la caída continua en la inflación subyacente durante los últimos 22 meses.
A pesar de las mejoras en la inflación, las cifras sobre el crecimiento económico mexicano no son alentadoras. En octubre, se registró una fuerte caída del 2.2% anual en la producción industrial, afectada principalmente por contracciones en los sectores de construcción y minería. Por otro lado, el tipo de cambio ha mostrado estabilidad en las últimas semanas, cerrando el viernes pasado sobre los 20.12 pesos, después de que a finales de noviembre sobrepasó los 20.70 pesos. Además, se aprobó finalmente el programa fiscal para 2025, que busca reducir el déficit fiscal al 3.9% del PIB y mantener relativamente constante el nivel de la deuda pública como porcentaje del PIB.
Estos elementos son suficientes para justificar una nueva disminución de la tasa de interés de referencia. Y, tal vez, en una magnitud superior a los 25 puntos básicos. Sin embargo, no se pueden ignorar las políticas que podría implementar la nueva administración estadounidense a partir del próximo año y sus posibles efectos sobre la economía mexicana.
El escenario más probable para 2025 es que el futuro presidente de Estados Unidos utilice las amenazas arancelarias como herramienta para negociar con México acuerdos relacionados con el control de la migración y con el combate al narcotráfico. Esto podría obligar al gobierno mexicano a retomar estrategias diseñadas por la administración anterior para controlar la migración y aceptar una mayor colaboración estadounidense en políticas integrales contra el narcotráfico, bajo el entendido de que éstas beneficiarán a ambos países.
Por otro lado, la renegociación del tratado de libre comercio (T-MEC), programada para 2026, podría incorporar nuevas cláusulas sobre reglas de origen y el componente regional y, tal vez, compromisos para elevar las importaciones de algunos productos americanos.
Aunque es probable que Estados Unidos imponga algunos aranceles sobre productos específicos, especialmente aquellos relacionados con las exportaciones de empresas chinas y ciertas materias primas, y que el gobierno mexicano reaccione imponiendo aranceles a otros productos, en especial agropecuarios de origen estadounidense, es de esperar que ese conjunto de medidas tenga un impacto marginal sobre el crecimiento y la inflación en México.
Si esto fuera así, en principio no debería haber mayores obstáculos para que el Banco de México continúe reduciendo las tasas de interés según como vaya resultando la inflación, aunque es probable que lo haga con cierta cautela tratando de corroborar que este sea el escenario imperante o vigente.
Un escenario extremo donde el futuro presidente estadounidense imponga un arancel generalizado del 10% a todas las importaciones provenientes del mundo, tendría consecuencias significativas para la economía mexicana, tanto en términos productivos como inflacionarios, lo que requeriría un cambio radical en la política económica y en especial monetaria.
No obstante, es importante señalar que este tipo de choque también afectaría gravemente a Estados Unidos y al resto del mundo, lo que reduce la probabilidad de su implementación.
Un escenario peor, de aranceles de 200% y de 60% a los productos chinos es improbable.
Rodolfo Navarrete
diciembre 13, 2024