Comentario semanal

Se sienten pasos

Desde el anuncio del Plan Estratégico de Pemex —que plantea reducir deuda, racionalizar inversiones, enfocarse en proyectos rentables y aplicar mayor disciplina financiera— las principales agencias de calificación de riesgo han mostrado una actividad inusualmente alta. Esto sugiere que están revaluando el perfil crediticio de la empresa ante un posible cambio estructural en su desempeño, lo que eventualmente podría incidir en la calificación soberana de México.

La primera en reaccionar fue Fitch, que el 1 de agosto elevó la nota de Pemex en dos escalones, de B+ a BB, con perspectiva estable. Destacó que el plan disminuye el riesgo de incumplimiento en el corto plazo, gracias a un respaldo financiero más fuerte y creíble del Gobierno federal, y valoró que la empresa presentara una estrategia de 10 años orientada a mejorar su rentabilidad, lo que implicaría una menor presión fiscal contingente sobre la calificación soberana.

Posteriormente, el 8 de septiembre, Fitch colocó en observación positiva la calificación de Pemex tras conocerse su propuesta de recompra de 11 series de bonos en dólares y euros con vencimientos entre 2026 y 2029. La agencia indicó que, si la recompra se concreta a fines de septiembre, podría subir nuevamente la calificación a BB+, pues observa posibilidad de mejoras reales y sostenibles en su rentabilidad, flujo de efectivo y deuda, aunque advirtió que esos avances aún deben materializarse.

Por su parte, Moody’s también mejoró la calificación de Pemex: el 5 de septiembre la elevó en dos tramos, de B3 a B1, al percibir un respaldo más fuerte, explícito y creíble del Gobierno, que mitiga el riesgo inmediato de liquidez, así como una estrategia más realista de mediano plazo para sanear sus finanzas. Señaló que el apoyo oficial ahora es más estructural y predecible, no solo mediante inyecciones de capital, sino también a través de reducciones sostenidas en la carga fiscal de la petrolera. Además, reconoció cierta estabilización operativa y financiera, gracias a una mejor administración del flujo de efectivo y a una reducción moderada de la deuda. Aunque el perfil de riesgo de Pemex sigue siendo elevado, consideró que la probabilidad de impago ha disminuido de forma relevante con el nuevo marco de apoyo gubernamental.

Finalmente, el 8 de septiembre, Standard & Poor’s ratificó la calificación soberana de México en BBB para moneda extranjera y BBB+ para moneda local, ambas con perspectiva estable. Sustentó su decisión en el sólido marco de política macroeconómica y monetaria, que ha permitido estabilidad financiera y control de la inflación; en el manejo prudente de las finanzas públicas, con expectativas de déficits moderados y deuda estable en torno a 50% del PIB; en una base económica amplia y diversificada con fuerte integración comercial con Estados Unidos; y en que los riesgos por los pasivos contingentes de Pemex son asumibles dentro de la capacidad fiscal del soberano. La calificadora anticipó que el nuevo gobierno mantendrá políticas fiscales y monetarias prudentes.

En su comunicado, S&P no hizo referencia al Plan Estratégico de Pemex, por lo que podría inferirse que no lo consideró, o bien que no lo valoró como un factor que mejore el perfil crediticio del país.

Dado que Fitch y Moody’s consideran que el Plan de Pemex podría representar un cambio estructural en el desempeño de la empresa, cabe preguntar si esto podría derivar en una mejora de la calificación soberana mexicana en el corto plazo.

Normalmente, las agencias evalúan la deuda soberana con base en la fortaleza fiscal, el crecimiento económico y la estabilidad institucional del país; Pemex solo cuenta como un riesgo contingente que podría afectar las finanzas públicas.

Fitch y Moody’s parecen concluir que Pemex está avanzando en lo necesario para dejar de ser una carga estructural para el soberano. Esto reduce su riesgo contingente y, por tanto, mejora de forma indirecta el perfil crediticio de México. Sin embargo, aún es pronto para que esto se refleje en la nota soberana, pues las agencias necesitan comprobar que esas mejoras se sostienen y se reflejan en métricas objetivas durante varios trimestres.

En suma, las mejoras de Pemex son condición necesaria, pero todavía no suficiente, para que suba la calificación soberana de México.

Rodolfo Navarrete

septiembre 12, 2025