El triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses ha provocado reacciones diversas en el mundo. Mientras algunos consideran que sus políticas tendrán efectos positivos para ellos, la economía y el entorno global, otros creen que podrían ser negativos. Entre estas últimas opiniones, hay quienes piensan que los efectos podrían ser desastrosos, mientras que otros creen que Trump solo podrá implementar parte de sus propuestas, pero no se ha discutido suficientemente la posibilidad de que no pueda llevarlas a cabo, debido a los resultados contraproducentes que podrían provocar
Enfocándonos únicamente en el comercio, el razonamiento económico de Donald Trump es bastante básico: sostiene que el comercio desigual entre Estados Unidos y el resto del mundo ha perjudicado a las empresas y trabajadores estadounidenses. Para corregir esta situación, propone la imposición de aranceles generalizados para proteger la industria nacional; aranceles específicos dirigidos a países que considera se han beneficiado injustamente del comercio desigual; y, la depreciación del dólar, con el objetivo de reequilibrar la balanza comercial y atraer empresas que han salido del país.
Desde su victoria electoral, el dólar se ha apreciado, y es probable que continúe haciéndolo, mientras persista la euforia en los mercados. Sin embargo, existe una alta probabilidad de que esta fortaleza se mantenga a largo plazo, dado que la situación económica actual de Estados Unidos es diferente a la del primer mandato de Trump. Actualmente, el país experimenta pleno empleo, un crecimiento económico robusto y una inflación superior a su objetivo, con resistencia para seguir bajando.
Jerome Powell, presidente del Banco de la Reserva Federal (Fed), declaró recientemente que no hay prisa por reducir las tasas de interés. Esto se debe a que tanto la economía como el mercado laboral estadounidense siguen estando fuertes, mientras que la inflación persiste, lo que mantiene latente la posibilidad de un rebote inflacionario.
En este contexto, elevar los aranceles podría incentivar aún más la inflación, presionando al Fed para no solo mantener las tasas de interés estables durante un tiempo prolongado, sino también para considerar aumentarlas dependiendo de los datos inflacionarios. En ambos escenarios, se favorecería una mayor apreciación del dólar.
En términos comerciales, los aranceles y el valor del dólar estarían actuando en direcciones opuestas. La apreciación del dólar podría deteriorar aún más la balanza comercial estadounidense al favorecer las importaciones y reducir las exportaciones, mientras que la imposición de aranceles buscaría encarecer las importaciones y abaratar las exportaciones en términos relativos.
En este contexto, la posibilidad de que el Fed no reduzca las tasas de interés para provocar la depreciación del dólar y alentar el crecimiento económico, como espera Trump, podría generar un conflicto significativo. Algunos partidarios cercanos al presidente han sugerido incluso eliminar el banco central, mientras que el Fed se prepara para el enfrentamiento. Según el WSJ, en 2018, cuando Trump “coqueteó” con la idea de destituir a Jerome Powell, el Fed preparó una respuesta legal para proteger su integridad institucional.
Un conflicto entre el ejecutivo y el Fed podría tener importantes repercusiones en los mercados financieros y, dependiendo de los resultados, invalidar las políticas de Trump.
En el fondo, el desafío comercial estadounidense radica en que cualquier gobierno —ya sea demócrata o republicano—ha decidido enfrentar la competencia, principalmente china, mediante la imposición de aranceles. Sin embargo, la evidencia empírica sugiere que a la larga esta estrategia tenderá a fomentar la ineficiencia empresarial y disminuir la competitividad de los productos estadounidenses. En este sentido, no es casualidad que Alemania se haya opuesto a los aranceles del 45% sobre las importaciones de autos chinos desde la Unión Europea.
Las políticas comerciales propuestas por Donald Trump presentan riesgos significativos que podrían resultar en efectos contraproducentes tanto para Estados Unidos como para su posición en el comercio global. La complejidad del entorno económico actual sugiere que un enfoque simplista basado en aranceles puede no ser suficiente para abordar los desafíos económicos contemporáneos.
Rodolfo Navarrete
noviembre 15, 2024