Después de haberse conocido, aunque de manera preliminar todavía, que la economía mexicana habría crecido 3.9% anual en el primer trimestre del presente año, la semana pasada se dieron a conocer algunos indicadores que muestran que esa bonanza podría estarse prolongando hacia el segundo trimestre.
Si bien todavía no hay datos duros sobre lo que sucedió con la economía en abril, ya comenzaron a aparecer algunas cifras oportunas que llevan a la conclusión anterior. El más importante es el Índice de Gerentes de Compra (PMI por sus siglas en inglés), que en nuestro país lo elaboran tres instituciones: El INEGI, el IMEF y S&P Global/Markit.
Dicho indicador permite tener una idea relativamente clara sobre el comportamiento de la economía un día después de concluido el mes. Se calcula a través de una encuesta a los gerentes de compra de las empresas, mismos que responden preguntas sobre si la situación de su negocio ha mejorado, empeorado o se ha mantenido igual durante el mes en cuestión. Las preguntas generalmente versan sobre cinco aspectos de los negocios: la producción, el empleo, los nuevos pedidos, los tiempos de entrega y los inventarios.
El 2 de mayo, estas tres instituciones dieron a conocer los resultados de sus encuestas de abril para México. Concluyeron que en dicho mes la situación de los negocios y de la economía en su conjunto había mejorado con respecto al mes anterior. El promedio de los tres indicadores pasó de 50.9 en marzo a 51.6 en abril, manteniéndose por octavo mes consecutivo en zona de expansión. Cabe mencionar que estos indicadores están normalizados a 50.0 puntos, de tal modo que cualquier valor por encima de este nivel indica expansión, y uno por debajo indica contracción.
Según S&P Global/Markit, el incremento sostenido de los nuevos negocios respaldó la expansión de la producción y el aumento del empleo, mientras que los precios de compra de insumos y materiales aumentaron marginalmente, lo que permitió mantener estables los precios de la producción.
En el mismo sentido, apuntan los indicadores de confianza empresarial de abril. Mientras que, en la industria manufacturera, la confianza de los empresarios se mantuvo prácticamente sobre el nivel anterior (52.6 puntos), en la Construcción aumentó 0.6 puntos; en el Comercio, un punto y en el de Servicios privados no financieros, 1.1 puntos.
Además de tal avance, lo destacable en estos resultados es el optimismo de los empresarios sobre el futuro del país. En los cuatro sectores, el indicador correspondiente se ubicó entre 55.2 y 60.1 puntos, muy por encima de los 50 puntos que también separa la zona de confianza de la de desconfianza. Curiosamente, la confianza sobre el futuro de sus empresas se ubicó entre 58.8 y 63.7 puntos. Vale decir, que los empresarios creen que al país le va a ir bien en el futuro, pero que a sus empresas les va a ir mejor. Qué bueno.
Igualmente, el crecimiento de las ventas internas de automóviles durante abril fortalece esta idea. Estas crecieron 17% en términos anuales, aunque por debajo del crecimiento de los meses anteriores, pero muy por encima del 8% que se registró en el conjunto de 2022.
Del mismo modo, el conjunto de economistas encuestados por el Banco de México, al parecer, también comparte la percepción de que el segundo trimestre podría ser mejor de lo que se esperaba. Según los resultados de la encuesta de abril, el promedio de ellos elevó su estimación sobre el crecimiento para el segundo trimestre de 1.5% en marzo a 2.1%, aunque para el conjunto del año sólo mejoraron marginalmente su estimación, desde 1.4% a 1.6%.
De lo anterior se puede desprender que, al parecer, el buen desempeño que registró la economía durante el primer trimestre del presente año puede estarse prolongando hacia el segundo, con todo lo que ello implica. Concretamente, el Banco de México, en su próxima reunión de política monetaria, tendrá que evaluar concienzudamente este factor, aunque su único objetivo sea bajar la inflación, que, dicho sea de paso, se ha venido comportando bien últimamente.
Rodolfo Navarrete
mayo 05, 2023